Magia

Entrando en tu ser,

Me pregunto, si las olas,

Mueren, al penetrar en tierra,

Si la magia, se pierde,

Al encontrar su razón,

Y mi mente, vuela al infinito,

De tu cuerpo y sudor,

Me concentro en tus quejidos,

Y no siento nada,

No eres lo que busco,

No podría prenderme de ti,

Pero el acto seguirá,

No lo echare a perder,

Pero solo serás, noche al amanecer,

Lo siento, es que busco al amor,
hecho mujer.

Bella

Bella eres,

Estrella susurrante,

Lejana y distante,

Pero hermosa y bella,

Permaneces impávida,

Sonriente y muerta,

Bajo mis ojos asesinos,

Bajo el cuchillo cortante,

De tus sueños y vida

Quien, creías que hablaba,

Que era un payaso,

Al que siempre burlabas,

El cielo es inmenso,

Y mi rabia era ardiente,

Al cortar tu cuello,

Besaste a la muerte,

Entupida bella,

Ahora si,

Eres, una estrella, 

ilusión

En la frialdad absoluta,
La confusión no se arrima,
El dolor no se queda,
El pensamiento es vasto y llano,
Calmo y sereno,
La razón gobierna el ser,
La ilusión de los sentidos,
Carece de poder,
He incurre en tentación.

Pensamientos

besar, esa boca desnuda,
ha de ser promesa, de mi pensar, deseo,
¿como soltar una flor, que ha sido atada?
y no marchitar su belleza,
cruelmente secuestrada,
paraíso inocente, de pensamientos puros,
y lujuriosos cantares, con matices impropios,
y yo soñando, con la desnudes de tu cuerpo,
acariciado por transparentes velos,
capturado por mi insidiosa mirada,
pensamientos, exhaustivamente indignos,
ante los ojos, del blanco mensajero,
ojala existiese la pureza,
ojala todo fuera blanco y sereno,

Todo Termino

el mundo palideció,
ante aquel réquiem,
cantado por las nubes,
se silencio mi alma,
caí en desesperación,
llore lagrimas ocultas,
el miedo tomo mi ser,
bese tus labios como nunca,
te sentí lejos de mi alma,
no comprendí tus palabras,
yo no renuncie al sentimiento,
sentí, el frío en mis manos,
sentí, mi pecho apretado,
mi cabeza confusa,
aun resignación no existía,
la soledad, tomo de mi mano,
la desesperación, se torno en silencio,
en quietud , en suspiro,
sabia, que todo acabaría,
sabia, que llegaría el momento,
tome mi llanto, mi dolor,
y camine solo, una vez mas,
no importa, ya nada importa,
no hay sentimiento, no hay razón,
hoy la vida, sabe a nada,
pero es la verdad, lo demás es ilusión,

Envidia

el rojo pálido,de las rosas muertas,

castigadas, por ser bellas,

denunciadas, por alguna estrella,

a los dioses despectivos,

¿sera ese, un buen motivo?

y que culpa, han de tener,

si hermosas, se han de ver,

quien diría, que los astros,

envidiarían, de las rosas, 

su bello rostro,
sus sinuosos movimientos,

mecidas por los vientos,

en una perfecta melodía,

quien lo diría, quien lo diría.

¿Amor?

si el dolor no existiese,
¿ podría existir el amor?
el amor.... sentimiento, nacido del dolor,
de la desesperanza, del sufrimiento,
esta tan manchado de desdicha,
es tan maldita su intención,
¿si no existiese el amor?
no habría sufrimiento y dolor,
verías las cosas, como son,
sin aferrarte a ellas,
pues ilusión solo es,
pero todos duermen aun,
y vivirán, en la telaraña atrapados,
por la ilusión de los sentidos,
la que te hace pensar,
que eres dueño, de algo en esta vida.

Destino

todo vuelve a su curso,

todo retoma su principio,

mi vida se torna negra, 

pero por que yo lo quise,

no por herencia, 

es, mi oscuridad controlada, 

mi maldad necesaria, 

para poder sortear este mundo,  

en el cual habito, sin desearlo, 

infierno de muchos, paraíso de pocos, 

si, solo encontrara la razón, 

la razón, de por que, aun sigo aquí, 

deberé esperar mi fin, 

o debo ser, el fin de todo, 

hasta lograr, que sangre la tierra. 

Princesa

tomaría, tanto tiempo?
en desnudarte, con una mirada,
serias mía, si así lo quisiera,
serias mía, mi amada,
creo que tu, ya lo sabes,
creo que lo has leído, entre palabras,
y te pierdes, en mis ojos,
y te pierdes, en mi alma,
reclamando mi presencia,
y mientras tanto, sufres,
y mientras tanto, me amas,
tu sueño, aun, no conoce de pesadillas,
tu esencia, se cierne bajo mi calma,
eres princesa, en un castillo atrapada,
sabes que tus manos,
no deben, tocar mi silueta,
sabes que tus ojos,
pertenecen, a otro poeta,

Morirás

morirás, por ella canción alada.
a tus ojos llega la muerte.
en sangre derramada.
por mis pensamientos distantes.
a tu figura maltrecha.
el asesino semblante. se hará presente.
y volaran los llantos y las malogradas disculpas.
la ira de un ser. no entiende de limitantes,
la ira de un dios, se cobija en su otro extremo,
quien quiera que seas, arrojare tu corazón al fuego,
a las carrozas del infierno contenido,
desatare la furia del alma saturada,
la miel, de tu tristeza infundida,
se hará hiero, que cortara tus latidos,
y aquel miedo latente, se hará real,
cobijas espadas sin filo,
del cielo no eres y del infierno expulsada
tu existencia termina, regresaras a la nada.